Vea la versión en español a continuación
In June I wrote a story about a virtual meeting with some farmers in Iquicachi, on the shores of Lake Titicaca (Zoom to Titicaca), where they discussed how to manage what was (for them) a new pest: the potato tuber moth. Later, several people wrote to me to say that they hoped these farmers could solve their problem. So I’m writing an update.
I went to Lake Titicaca on 16 November to meet the farmers in person, and they’re doing well.
The agronomists they work with taught them to use ground chalk from a building supply shop to coat the seed potatoes. The chalk discourages the tiny larva of the moth from burrowing into the potato. This and some other techniques are helping to keep the tuber moth down.
At our recent meeting, I was impressed (as I often am) how scientists and farmers have different ways of seeing the world. There’s nothing mystical about his. It’s because they use different methods of observation.
An entomologist sees an insect by killing some specimens and looking at them under the microscope. It is an excellent way to see the details of nature that cannot be readily seen with the naked eye. For example, one of the three species of tuber moths has triangular markings on its wings.
But the farmers of Titicaca were less interested in comparing each species of moth, and more intent on comparing them to another pest, one they have had for ages: the Andean potato weevil.
These Yapuchiris (expert farmers) and their neighbors noticed that the moths’ larvae are much smaller than the worms that hatch from weevil eggs. Second, the weevil only eats a part of the tuber, while the larvae of the moth “have no respect for the potato†and destroy the whole thing. Third, the weevil can’t fly, but the moth “flies in jumps†(it takes short flights).
In all fairness, entomologists have also noticed these behaviors, and the Yapuchiris have recently observed that one species of moth is darker than the other. But the farmers emphasize behavior more, and have their own rhetoric for discussing it (e.g. as jumping). Note that this is not ancestral knowledge, because this pest is new on the Altiplano. These Yapuchiris only noticed the moth 10 years ago, and they have been observing it since then. The farmers learn about insects while farming and processing food. They watch while they work. They don’t set up lab experiments.
The Yapuchiris have strengthened their observations by interacting with agronomists. In this case the extensionists explained that the moths are the adults of the worms, so the farmers then began to pay more attention to the moths.
These improved observations have paid off.
While I was in Iquicachi, one of the Yapuchiris, MartÃn Condori, suggested that since the tuber moth does not fly very far, it could be kept out of potatoes by planting a row of broad beans or lupin beans between every three rows of potatoes. It’s a new idea, that only occurred to don MartÃn while we were meeting.
His fellow Yapuchiri, Paulino Pari, immediately warmed to don MartÃn’s suggestion for an intercropping experiment. Don Paulino said that a row of lupin beans might help to stop the moth from spreading into the potatoes, because the lupin plants are toxic to the moths.
This is the value of farmer-scientist collaboration. The farmers learn that the worms in their potatoes have hatched from the eggs laid by moths. Farmers then pay more attention to the moths, and create new ideas for keeping the moths out of the potato field.
Intercropping may or may not help to manage the moth, but it is an idea that farmers and agronomists can try together.
Years ago in Honduras, Keith Andrews, an entomologist, first told me that farmers identify insects more by their behavior and ecology than by their morphology. I’ve spent many years noticing that he was right.
Acknowledgements
A special thanks to Ing. Roly Cota, who works at PROSUCO, for taking me to Iquicachi and introducing me to the Yapuchiris, so we could validate three new fact sheets for farmers on the potato tuber moth. Our work was supported by the  Collaborative Crop Research Program (CCRP) of the McKnight Foundation.
Photo credit
Photo courtesy of Roly Cota.
Further reading
There is some excellent research on the potato tuber moth. For example, see this paper and references cited.
Olivier Dangles, Mario Herrera, Charlotte Mazoyer and Jean-François Silvain 2013 Temperature-dependent shifts in herbivore performance and interactions drive nonlinear changes in crop damages. Global Change Biology 19, 1056–1063, doi: 10.1111/gcb.12104.
Scientific names
There are two native tuber moths in Bolivia: Symmetrischema tangolias, and Phthorimaea operculella. There is also a Guatemalan tuber moth, Tecia solanivora, but it has not been reported in Bolivia. All three of these moths belong to the Gelechiidae family. They are about a centimeter long, about as long as your smallest fingernail. Many Gelechiidae attack stored cereal products, and so you may have been alarmed to find them in your cupboard.
Video on the fascinating lupin bean
APRENDIENDO CON OTROS OJOS
Por Jeff Bentley, 21 de noviembre del 2021
En junio escribà un relato sobre una reunión virtual con los agricultores de Iquicachi, a orillas del lago Titicaca (Zoom al Titicaca), en la que se discutÃa cómo gestionar lo que era (para ellos) una nueva plaga: la polilla de la papa. Más tarde, varias personas me escribieron para decirme que esperaban que estos agricultores pudieran resolver su problema. Asà que escribo una actualización.
El 16 de noviembre fui al Lago Titicaca para conocer a los agricultores en persona, y están bien.
Los agrónomos con los que trabajan les enseñaron a usar tiza molida de una tienda de materiales de construcción para recubrir la papa semilla. La tiza no deja que la pequeña larva de la polilla penetre a la papa. Esta y otras técnicas están ayudando a reducir la polilla de la papa.
En esta última reunión, me impresionó (como en muchas veces) cómo los cientÃficos y los agricultores tienen formas diferentes de ver el mundo. No tiene nada de mÃstico. Es porque usan distinto métodos de observación.
Un entomólogo observa un insecto al matar algunos ejemplares y mirándolos al microscopio. Es una forma excelente de ver los detalles que no se pueden ver fácilmente a simple vista. Por ejemplo, una de las tres especies de polillas de la papa tiene marcas triangulares en las alas.
Pero los campesinos del Titicaca estaban menos interesados en comparar cada especie de polilla, y más en compararlas con otra plaga, una que tienen desde hace mucho tiempo: el gorgojo de los Andes.
Estos Yapuchiris (agricultores expertos) y sus vecinos se dieron cuenta de que las larvas de las polillas son mucho más pequeñas que los gusanos que nacen de los huevos del gorgojo. En segundo lugar, el gorgojo sólo se come una parte del tubérculo, mientras que las larvas de la polilla “no respetan la papa” y la destruyen completamente. En tercer lugar, el gorgojo no puede volar, pero la polilla “vuela a saltos” (have vuelos cortos).
En realidad, los entomólogos también se han dado cuenta de estos comportamientos, y los Yapuchiris han observado recientemente que una especie de polilla es más oscura que la otra. Pero los campesinos enfatizan más el comportamiento, y tienen su propia retórica para discutirlo (los saltos, por ejemplo). FÃjese que no se trata de un conocimiento ancestral, porque esta plaga es nueva en el Altiplano. Estos Yapuchiris sólo se dieron cuenta de la polilla hace 10 años, y desde entonces la observan. Los campesinos aprenden sobre los insectos mientras cultivan y procesan los alimentos. Observan mientras trabajan. No hacen experimentos de laboratorio.
Los Yapuchiris han reforzado sus observaciones interactuando con los agrónomos. En este caso, los extensionistas les explicaron que las polillas son los adultos de los gusanos, por lo que los agricultores comenzaron a prestar más atención a las polillas.
Estas observaciones mejoradas han dado sus frutos.
Durante mi visita a Iquicachi, uno de los Yapuchiris, MartÃn Condori, sugirió que, como la polilla de la papa no vuela muy lejos, se podrÃa sembrar un surco de tarwi (lupino) entre cada tres surcos de papa, para que no entre la polilla. Es una idea nueva, que sólo se le ocurrió a don MartÃn mientras nos reunÃamos.
Otro Yapuchiri, don Paulino Pari, aceptó inmediatamente la sugerencia de don MartÃn de hacer un experimento de cultivo intercalado. Don Paulino dijo que un surco de tarwi podrÃa ser una barrera para la polilla, porque las plantas de tarwi son tóxicas para las polillas.
Este es el valor de la colaboración entre agricultores y cientÃficos. Los agricultores se enteran de que los gusanos de sus papas han nacido de los huevos puestos por las polillas. Los agricultores prestan entonces más atención a las polillas y crean nuevas ideas para mantener las polillas fuera del campo de papas.
Los cultivos intercalados pueden ayudar o no a controlar la polilla, pero es una idea que los agricultores y los agrónomos pueden probar juntos.
Hace años, en Honduras, Keith Andrews, un entomólogo, me explicó por primera vez que los agricultores identifican a los insectos más por su comportamiento y ecologÃa que por su morfologÃa. Llevo muchos años comprobando que tenÃa razón.
Agradecimientos
Muchas gracias al Ing. Roly Cota, quien trabaja en PROSUCO, por llevarme a Iquicachi y convocar una reunión con los Yapuchiris, donde pudimos validad tres nuevas hojas volantes para agricultores sobre la polilla de la papa. Nuestro trabajo ha sido auspiciado por el Programa Colaborativo de Investigación sobre Cultivos (CCRP) de la Fundación McKnight.
Foto
Foto cortesÃa de Roly Cota.
Lectura adicional
Hay varios excelentes trabajos de investigación sobre la polilla de la papa. Por ejemplo, vea este artÃculo y los otros en las referencias citadas.
Olivier Dangles, Mario Herrera, Charlotte Mazoyer and Jean-François Silvain 2013 Temperature-dependent shifts in herbivore performance and interactions drive nonlinear changes in crop damages. Global Change Biology 19, 1056–1063, doi: 10.1111/gcb.12104.
Nombres cientÃficos
Hay dos polillas de la papa nativas en Bolivia: Symmetrischema tangolias, y Phthorimaea operculella. Además, hay una polilla guatemalteca de la papa, Tecia solanivora, pero no ha sido reportada en Bolivia. Las tres polillas pertenecen a la familia Gelechiidae. Miden más o menos un centÃmetro, más o menos lo largo de su uña meñique. Muchos Gelechiidae atacan cereales almacenados, y es posible que le hayan sorprendido en su dispensa.
Video sobre el fascinante tarwi
El mismo video, en el idioma aymara