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Peruâs native potatoes are a living treasure of 4,000 varieties that come in red, purple, yellow and black. Round or long, smooth or knobby, each one is different, and tasty. But for years, city people ignored the native potato, considered to be the inferior food of poor people.
Some farmers and their allies are fighting to keep the native potato alive. Over 20 years ago, Peruvian agronomist RaĂșl Ccanto was one of the people who realized that native potatoes could survive, if people in the city would buy them.
A brand name was created, Mishki Papaâroughly translating as âtasty potatoâ, and the little tubers were displayed in a net bag, so customers could see their unique beauty. To produce the potatoes, 50 farmers were organized into the newly created Association of the Guardians of Native Potatoes of Peru (Aguapan).
I told RaĂșl that I used to buy these potatoes at an upscale supermarket when I lived in Peru in 2010. RaĂșl explained that Aguapan was no longer selling through the supermarket, which would only pay for the potatoes two weeks after they had taken delivery and would return any unsold ones, paying the farmers only 1.30 soles (about 30 cents of a dollar), while charging customers 4.30 soles. Perhaps most discouraging, the supermarket only accepted three or four varieties of potatoes, while farmers grew dozens. As RaĂșl explained, if consumers only bought four varieties, the others would still be endangered.
In recent years, two European farmersâ organizations (Agrico and HZCP) have each given Aguapan 15,000 Euros to help them market potatoes. Paul and Marcella and I visited the president of Aguapan, Elmer ChĂĄvez, while he harvested native potatoes with his family in the village of Vista Alegre, in Huancavelica, at 3,900 meters above sea level (12,800 feet). At this staggering altitude, where we struggled just to breathe and walk at the same time, the ChĂĄvez family was hard at work, carefully unearthing each variety..
From each of the 80 varieties, the family saves five potatoes as seed for next year. The rest are to eat at home and to sell. The family works hard against a deadline. We were there on a Friday, and on Monday morning don Elmer had to be at a trucking company in Huancayo, 30 km away, to ship half a ton of potatoes.
In Lima, representatives of Yanapai (an NGO that collaborates with Aguapan) will receive the potatoes, advertise them on social media, keep them in a warehouse and take orders from individual customers. On the following Friday, the potatoes will be sold in two-kilo net bags, with as many as 18 varieties in each little sack. RaĂșl explains that this is called a chaqru (from the Quechua word for âmixâ). Each farm family produces its own special mix, selected over the years to have the same cooking time, and to combine nicely on the plate.
To promote the potatoes, Yanapai has made a catalog of the varieties and a booklet describing individual farmers and the unique mix of potatoes that each one has.
As agronomist Edgar Olivera of Yanapai explains, the delivery service still requires some financial and technical support, but the hope is that one day it will be self-sustaining. Many farmers have grown children who now live in the big, capital city of Lima. Some of the children of farmers may one day be able to earn money selling the native potatoes from their home villages, turning the gem-like potatoes of their parents into a real source of income for the families who nurture them.
Further reading
Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI); Grupo Yanapai; Instituto Nacional de InnovaciĂłn Agraria (INIA); Centro Internacional de la Papa (CIP). 2017. CatĂĄlogo de variedades de papa nativa del sureste del departamento de JunĂn – PerĂș. Lima. Centro Internacional de la Papa. ISBN 978-92-9060-208-8. 228 p. https://cgspace.cgiar.org/handle/10568/89110
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Native potatoes, tasty and vulnerable
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Acknowledgements
The visit to Peru to film various farmer-to-farmer training videos, including this one, was made possible with the kind support of the Collaborative Crop Research Program (CCRP) of the McKnight Foundation. Thanks to Edgar Olivera, RaĂșl Ccanto, Jhon Huaraca and colleagues of the Grupo Yanapai for introducing us to the farmers of Aguapan and for sharing their knowledge with us.
PAPAS NATIVAS
Por Jeff Bentley, 11 de septiembre del 2022
Las papas nativas de PerĂș son un tesoro vivo de 4.000 variedades, entre rojas, moradas, amarillas y negras. Redondas o largas, lisas o nudosas, cada una es diferente, y sabrosa. Pero durante años, la gente de la ciudad ignorĂł la papa nativa, considerada como el alimento inferior de los pobres.
Algunos agricultores y sus aliados luchan por mantener viva la papa nativa. Hace mĂĄs de 20 años, el ingeniero agrĂłnomo peruano RaĂșl Ccanto era una de las personas que se dieron cuenta de que la papa nativa podĂa sobrevivir si la gente de la ciudad la compraba.
Se creĂł una marca, Mishki Papaâque se traduce aproximadamente como “papa sabrosa”â y los pequeños tubĂ©rculos se presentaban en una bolsa de red para que los clientes pudieran apreciar su belleza. Para producir las papas, 50 agricultores se organizaron en la reciĂ©n creada AsociaciĂłn Nacional de Guardianes de la Papa Nativa de PerĂș (Aguapan).
Le dije a RaĂșl que yo solĂa comprar estas papas en un supermercado bien surtido cuando vivĂa en PerĂș en 2010. RaĂșl me explicĂł que Aguapan ya no vendĂa a travĂ©s del supermercado, que sĂłlo pagaba las papas dos semanas despuĂ©s de recibirlas y devolvĂa las que no se vendĂan, pagando a los agricultores sĂłlo 1,30 soles (unos 30 centavos de dĂłlar), mientras que cobraba a los clientes 4,30 soles. Lo mĂĄs desalentador es que el supermercado sĂłlo aceptaba tres o cuatro variedades de papas, mientras que los agricultores cultivaban docenas. Como explicĂł RaĂșl, si los consumidores sĂłlo compraran cuatro variedades, las demĂĄs seguirĂan en peligro de extinciĂłn.
En los Ășltimos años, dos organizaciones europeas de agricultores (Agrico y HZCP) han dado a Aguapan 15.000 euros cada una para ayudarles a comercializar las papas. Paul, Marcella y yo visitamos al presidente de Aguapan, Elmer ChĂĄvez, mientras cosechaba papas nativas con su familia en el pueblo de Vista Alegre, en Huancavelica, a 3.900 metros sobre el nivel del mar. A esta increĂble altitud, en la que nos costaba respirar y caminar al mismo tiempo, la familia ChĂĄvez se entusiasmaba de desenterrar cuidadosamente cada variedad.
De cada una de las 80 variedades, la familia guarda cinco papas como semilla para el prĂłximo año. El resto son para la olla o para la venta. La familia trabaja duro con un plazo lĂmite. Estuvimos allĂ un viernes, y el lunes por la mañana don Elmer tenĂa que estar en una empresa de transportes de Huancayo, a 30 km, para enviar media tonelada de papas.
En Lima, los representantes de Yanapai (una ONG que colabora con Aguapan) recibirĂĄn las papas, las anunciarĂĄn en las redes sociales, las guardarĂĄn en un almacĂ©n y tomarĂĄn los pedidos de los clientes particulares. El viernes siguiente, las papas se venderĂĄn en bolsas de red de dos kilos, con hasta 18 variedades en cada pequeño saco. RaĂșl explica que esto se llama chaqru (de la palabra quechua para “mezcla”). Cada familia campesina produce su propia mezcla especial, seleccionada a lo largo de los años para que tenga el mismo tiempo de cocciĂłn, y para que combine bien en el plato.
Para promocionar sus papas, Yanapai ha publicado un catĂĄlogo de las variedades y un folleto en el que se describe a cada agricultor y la mezcla Ășnica de papas que tiene cada persona.
Como explica el ingeniero Edgar Olivera, de Yanapai, el servicio de entrega aĂșn requiere cierto apoyo financiero y tĂ©cnico, pero la esperanza es que algĂșn dĂa sea autosuficiente. Muchos agricultores tienen hijos mayores que ahora viven en la ciudad capital de Lima, y es posible que algunos de ellos puedan algĂșn dĂa ganar dinero vendiendo las papas nativas de sus pueblos de origen, convirtiendo esta riqueza genĂ©tica en una fuente de ingresos para las familias que la cultiva.
Lectura adicional
Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI); Grupo Yanapai; Instituto Nacional de InnovaciĂłn Agraria (INIA); Centro Internacional de la Papa (CIP). 2017. CatĂĄlogo de variedades de papa nativa del sureste del departamento de JunĂn – PerĂș. Lima. Centro Internacional de la Papa. ISBN 978-92-9060-208-8. 228 p. https://cgspace.cgiar.org/handle/10568/89110
Previamente en el blog de Agro-Insight
Papas nativas, deliciosas y vulnerables
Vea el video:
Agradecimiento
Nuestra visita al PerĂș para filmar varios videos, incluso este, fue posible gracias al generoso apoyo del Programa Colaborativo de InvestigaciĂłn de Cultivos (CCRP) de la FundaciĂłn McKnight. Gracias a Edgar Olivera, RaĂșl Ccanto, Jhon Huaraca y colegas del Grupo Yanapai por presentarnos a los miembros de Aguapan y por compartir su conocimiento con nosotros.