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Burning the Chiquitania September 22nd, 2024 by

Vea la versión en español a continuación

Forest fires in Bolivia are burning more than trees and animals; they are snuffing out a whole way of life. Leoncio Chávez is an indigenous community leader (cacique) and a volunteer forest fire fighter in the Chiquitania. This is an area of dry forest in the Eastern Bolivian lowlands, and one of the parts of the country most burned by recent fires.

On a webinar, on 12 September 2024, don Leoncio explained how the fire burns out indigenous farm communities.

The interculturales (migrants from the Andes) move to an area in the Chiquitania, in spaces in between the native communities. As the interculturales burn forest to clear land to plant soy beans and other commercial crops, the fires escape, raging though native villages and burning down the fruit trees, the banana gardens and the cassava fields, besides people’s homes.

The communities are left uninhabitable, and people are forced to the small town of San Javier, or to the big city of Santa Cruz. Sixteen communities around San Javier have been severely damaged by one huge fire in the past 70 days. The streams are filled with ash and the water becomes undrinkable.

As of September, 2024, the area in flames is so large that the volunteer fire fighters are getting discouraged. The army recently came in to help them, but the fire was too big even for the army.

In San Javier, the interculturales and peasant farmers (campesino) move into those burned areas. The settlers then rent the land to Mennonites, who use machinery to grow commercial soy beans, explains Leoncio Chávez.

On the same webinar, Miguel Vargas Delgado, director of CEJIS, explained that the Ayoreo people, a small native ethnicity, are also being burned out of their homes. The Ayoreo were hunters and gatherers, until the mid-twentieth century, when they settled in communities like Santa Teresa, and Tobité. Those villages have both burned in recent years. The Ayoreo are able to escape the fires, and then come back to try to rebuild, but there is nothing left but ashes.

Indigenous peoples move into the city, or camp along highways, looking for any way to stay alive. There, the Ayoreo are stigmatized by the urbanites, for leaving their forest homes. But their homes are gone. As Miguel Vargas explains, this is not genocide, because the people survive the fires. It’s ethnocide, the systematic stamping out of people’s homes and livelihoods.

The same week as the webinar, there were large protests across Bolivia. I attended one where young marchers unfurled a long Bolivian flag in the main intersection of Cochabamba, demanding an end to the fires, and snarling rush hour traffic.

And finally, the government of Bolivia began to change its policy. By the end of the week, on 14 September, the president of Bolivia, Luis Arce announced what sounded like structural change. He said there would be two new centers to monitor forest fires. Fires would no longer be allowed as a tool to clear agricultural land. Arce announced a new presidential decree (number 5225) mandating an environmental pause: forest burned this year would not be allowed to be converted to agriculture for at least five years. During this pause there would be an attempt to allow the forest to grow back. There will also be incentives for people to farm sustainably, without setting forest fires, although Arce shared few details on how this would happen.

It is not time to celebrate. Among other things, the National Congress is dragging its feet instead of repealing the “fire laws†that legally encourage the forest fires. But a change in policy is needed, not just to save the trees and the animals, but also to stop the ethnocide.

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Ashes of the Amazon: Legal Destruction of Bolivia’s Forests

What you can do

Boycott Bolivian soy beans

Eat less meat

Join protest movements

Acknowledgements

The webinar was called “Incendios Provocados, Devastación y Propuestas Estructurales.†It was hosted by Mery Vaca of Sumando Voces, a news site.

CEJIS is the Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Center for Legal Studies and Social Research), a think tank.

You can hear President Arce’s remarks here https://eldeber.com.bo/pais/arce-anuncia-incentivos-financieros-para-productores-que-no-quemen-y-la-llegada-de-un-avion-cisterna_384844

 

INCENDIANDO LA CHIQUITANIA

Por Jeff Bentley 22 de septiembre del 2024

Los incendios forestales en Bolivia están matando más que árboles y animales; están apagando toda una forma de vida. Leoncio Chávez es un líder comunitario indígena (cacique) y un bombero voluntario en la Chiquitania. Esta es un área de bosque seco en las tierras bajas orientales de Bolivia, y una de las partes del país más afectadas por los recientes incendios.

En un webinar, el 12 de septiembre de 2024, don Leoncio explicó cómo el fuego arrasa con las comunidades de agricultores indígenas.

Los interculturales (migrantes de los Andes) se trasladan a un área en la Chiquitania, en espacios entre las comunidades nativas. A medida que los interculturales queman el bosque para el desmonte para sembrar soya y otros cultivos comerciales, los incendios se escapan, destruyendo comunidades nativas y quemando los árboles frutales, los cultivos de plátano y sembradíos de yuca, además de las casas de las familias.

Las comunidades quedan inhabitables, y la gente se ve obligada a trasladarse al pequeño pueblo de San Javier o a la gran ciudad de Santa Cruz. Dieciséis comunidades alrededor de San Javier han sido severamente dañadas por un enorme incendio en los últimos 70 días. Los ríos están llenos de cenizas y el agua no se puede beber.

Ya en septiembre de 2024, el área en llamas es tan grande que los bomberos voluntarios están desanimados. El ejército recientemente llegó para ayudarlos, pero el fuego era demasiado grande incluso para el ejército.

En San Javier, los interculturales y los campesinos se trasladan a esas áreas quemadas. Los colonos luego alquilan la tierra a menonitas, quienes usan maquinaria para cultivar soya comercial, explica Leoncio Chávez.

En el mismo webinar, Miguel Vargas Delgado, director de CEJIS, explicó que el pueblo ayoreo, una pequeña etnia nativa, también está siendo desplazado por los incendios. Los ayoreos eran cazadores y recolectores hasta mediados del siglo 20, cuando se establecieron en comunidades como Santa Teresa y Tobité. Esas comunidades también han sido quemadas en años recientes. Los ayoreos logran escapar de los incendios y luego regresan para tratar de reconstruir, pero no queda nada más que cenizas.

Los pueblos indígenas se trasladan a la ciudad o hacen pequeños campamentos a lo largo de las carreteras, buscando sobrevivir de alguna manera. Ahí, los ayoreos son estigmatizados por los citadinos por haber dejado sus hogares en el bosque. Pero sus hogares ya no existen. Como explica Miguel Vargas, esto no es genocidio, porque la gente sobrevive a los incendios. Es etnocidio, la erradicación sistemática del hogar y de los medios de vida de las personas.

La misma semana del webinar, hubo grandes protestas en toda Bolivia. Asistí a una donde jóvenes manifestantes desplegaron una larga bandera boliviana en la intersección principal de Cochabamba, exigiendo el fin de los incendios y causando congestión en la hora pico.

Al fin, el gobierno boliviano comenzó a cambiar su política. Al final de la semana, el 14 de septiembre, el presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció lo que parecía un cambio estructural. Dijo que habría dos nuevos centros para monitorear incendios forestales. Ya no se permitirían incendios como herramienta para desmontar tierras agrícolas. Arce anunció un nuevo decreto supremo (5225) que ordenaba una pausa ambiental: durante al menos cinco años, no se permitiría convertir en agricultura el bosque quemado este año. Durante esta pausa se intentaría permitir que el bosque volviera a crecer. También habrá incentivos para que las personas cultiven de manera sostenible, sin provocar incendios forestales, aunque Arce compartió pocos detalles sobre cómo esto se llevaría a cabo.

No es momento para celebrar. Entre otras razones, porque la Cámara de Diputados resiste abrogar las “leyes incendiarias†que fomentan legalmente los incendios forestales. Pero un cambio en la política es esencial, no sólo para salvar los árboles y los animales, sino también para detener el etnocidio.

Blog de Agro-Insight sobre el mismo tema

Cenizas de la Amazonía: Destrucción legal de los bosques de Bolivia

Lo que puedes hacer

Boicotear la soya boliviana

Comer menos carne

Participar en protestas

Agradecimientos

El webinar se llamó “Incendios Provocados, Devastación y Propuestas Estructurales.†La organizadora era Mery Vaca de Sumando Voces, un sitio noticiero.

CEJIS es el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social, una ONG.

Puede escuchar las palabras del Presidente Arce aquí https://eldeber.com.bo/pais/arce-anuncia-incentivos-financieros-para-productores-que-no-quemen-y-la-llegada-de-un-avion-cisterna_384844

 

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